Día 1: Consagrados para ser apartados para la santidad
Hoy comenzamos un camino para apartarnos. Este camino nace del deseo de acercarnos más a Dios, de convertirnos en una mejor versión de nosotros mismos y de crecer en santidad. Cristo es siempre nuestra meta.
En este camino meditaremos sobre la vida de Cristo a través de los ojos de María, porque solo ella fue testigo de toda su vida. A través de su mirada esperamos encontrarlo más profundamente y dejar que su gracia nos transforme.